martes, 23 de febrero de 2016

UNA CIUDAD ENTRE CANALES



¡Hola a todos! Para retomar la rutina de entradas en el blog os quiero hablar sobre mi último viaje, y aconsejaros sobre una de las ciudades que, hasta el momento, entra en el "top 3" de mis ciudades favoritas... AMSTERDAM
Viajé con mi hermana, mi madre, su pareja y compañeros de trabajo; en total nos juntamos 10 personas, un grupo grande rondando por tierras holandesas y además gaditanos, que siempre nos hacemos notar allá donde vayamos, así que las risas estaban aseguradas, jajaja :)
Eché en falta tal vez un día más, porque me quedé con ganas de ver más cosas, aunque... ¡Ya tengo excusa para volver! jijiji ^^

¡Empecemos pues con las fotos!



Si algo caracteriza a la arquitectura a Ámsterdam, además de sus numerosos canales, son sus casitas adosadas que asoman a éstos. Debido a sus dimensiones de fachada y el ser estrechas, todas las casas disponen de una polea en su parte superior, a parte de una leve inclinación hacia delante, para hacer viable la subida o bajada de todo elemento pesado, ya que las medidas de las escaleras interiores de las casas se reducen a pequeñas dimensiones.

Pero si hablamos de las reducidas dimensiones de las fachadas, no puedo olvidar esta casita roja en la calle Singel, que medía poco más que la propia puerta de entrada... ¡Cuánto me hubiese gustado entrar!

El barrio judío. No hace falta explicar la influencia de Holanda en la época de la Segunda Guerra Mundial. Como era de esperar, tras la guerra el barrio quedó destrozado. Después de los años, hubo un concurso para la rehabilitación del barrio, donde innumerables arquitectos presentaron diferentes propuestas, pero fueron los estudiantes de arquitectura de la universidad de Ámsterdam los que ganaron el concurso, donde intentaron dar una imagen totalmente contraria a lo que allí ocurrió, contrastando con la "la casa típica" de la ciudad y siendo fiel reflejo de lo que entonces ocurría: época hippie, legalización de marihuana en los coffe shops y la locura de un estudiante de Arquitectura loco por terminar.

                              

Y si hablamos de Segunda Guerra mundial, no puedo obviar La casa de Anna Frank, del libro El diario de Anna Frank. Anna era hija de una familia judía, que emigró a Ámsterdam para escapar de la masacre y se escondían en esta casa. Si os habéis leído el libro, visitar la casa es toda una experiencia y mezcla de sentimientos, dónde a la vez que recuerdas lo que ella escribía, sientes en el ambiente el miedo y angustia que allí se pasó.

                             

Begijnhof. Un conjunto de casas de las hermanas beguinas, donde está la casa más antigua de todo Ámsterdam.


Oude Kerk. La iglesia más antigua de Ámsterdam y que, curiosamente, está situada en el barrio rojo. Algo que me impresionó mucho es la naturalidad y el respeto con el que conviven con las actividades que allí se realizan. Mi hermana y yo nos pusimos al lado de un guía que iba con su grupo haciendo el tour del barrio rojo, y he de confesar que pusimos un poco la oreja para enterarnos bien de cómo funcionada ese barrio, jajaja :) Si queréis ir a uno de sus famosos coffe shops y no morir en el intento por lo que se respira en el ambiente (nótese la indirecta tan directa) os recomiendo Kadinsky Coffe Shop, un poco más alejado de pleno centro y no repleto de extranjeros consumiendo como si no hubiese mañana.

                            

Casas Okupa, donde hasta cierto tiempo fue legal, con fachadas de diseños originales.


Plaza Dam, donde están el Palacio Real (a la izquierda de la fotografía) y la Nieuwe Kerk, iglesia nueva, pero que abarca un uso expositivo. La iglesia es muy bonita por dentro y si queréis verla podéis comprar la entrada y entrar en la exposición, o como hice yo, entrar en la tienda del museo, que tiene acceso por la calle y está en la propia iglesia :)
                          
                          

Aprovechar y hacer una escapada a uno de los pueblos con molinos.

Y para terminar, dos reliquias de los monumentos de la ciudad, la Estación Central y el Rijksmuseum, nada más típico que hacerse una foto con el famoso letrero Iamsterdam :) (una pena que fuese de noche cuando fuimos)

Estación Central
Rijksmuseum

¡Y esto ha sido todo! Escribiendo el post me he dado cuenta que aproveché muy bien los dos días y medio que estuve, pues podría seguir contándoos experiencias y recomendaciones, pero entonces sería demasiado largo; más no lo he podido resumir, os lo prometo :)

Espero que os haya gustado y hayamos empezado con buen pie nuestro regreso, un beso

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